Por Germán Celesia / Nada nuevo: el diario insignia del multimedios más influyente de la Argentina, con ramificaciones en la industria del papel, editorial, audiovisual y muchos otros ítems, vuelve a realizar lo que se parece a una intimación al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, para que abandone el oficialismo nacional y se consolide como esperanza de los sectores de poder fáctico que, como el propio Grupo Clarín, aspiran a revertir el proceso político iniciado en 2003.
El elegido para esa tarea es en este caso el columnista Julio Blanck, de fuerte presencia multimediática por su participación en el canal de noticias TN. El título, sin embargo, puede inducir al engaño sobre el contenido de la columna: “Scioli disimula cada vez menos su ambición”, dice. Y parece centrarse en el devenir político del gobernador durante este año, cuando en realidad es un reconocimiento de algunos gestos de diferenciación respecto de la órbita nacional, sumado a una serie de reclamos del grupo mediático y con un final “esperanzador”.
Para Blank, “Scioli cierra el año seguro de haber hecho todos los deberes que tenía que hacer para que nadie dude de que, si se le alinean los astros, intentará ser presidente en 2015”. Es decir, salvo que sucediera un milagro o poco menos, no alcanzaría su cometido si sigue haciendo lo mismo que hasta ahora. Todo según la óptica del columnista, que alude a una serie de metáforas violentas para enumerar la interacción del gobernador con el kirchnerismo: “Cuando la perrera cristinista le mordió los garrones dijo que estaba harto de tener que explicar su lealtad (…) se aguantó las puñaladas traperas de Gabriel Mariotto, el vicegobernador que le pusieron para hacerle la vida imposible (…) sobrevivió al collar de ahogo que a mitad de año le encajaron demorándole el envío de fondos para pagar aguinaldos”.
A su vez, el hombre de prensa alude a las agrupaciones “creadas con el exclusivo propósito de fomentar su carrera presidencial” y dice que “fue capaz de acordar con la oposición la sanción de las leyes que necesitaba la Provincia, en una Legislatura donde está en minoría”, y a su vez “siempre llamó al diálogo y no al enfrentamiento”, muletilla que alude al “consensualismo” conservador promovido por la prensa hegemónica casi sin fisuras.
Luego de atribuir esta enumeración al propio gobernador, Blanck formula una pregunta retórica: “¿Le alcanzará para diferenciarse y coronar su ambición, después de sus reiteradas promesas de lealtad y apoyo a Cristina?”. Plantea así una presunta incompatibilidad entre los hechos anteriores y su alineamiento político, de lo que se deduce otro interrogante: “¿La simple decantación de los hechos lo pondrá en las puertas de la Casa Rosada o tendrá que hacer, tarde o temprano, un gesto de ruptura que lo despegue de su historia de diez años como acompañante estratégico del kirchnerismo?” El hombre del Grupo Clarín se responde que sí, y niega la posibilidad de mantener la consigna “continuidad con cambio” debido a un supuesto reclamo social, que “empieza a emitir señales fuertes de reclamo de cambio”, lo cual choca con la estrategia de Scioli, “convencido de que no tiene que pelearse con Cristina. Porque cree que la sociedad está cansada de tanta guerra y anhela un tiempo de concordia”.
Para Blanck, “el gobernador está convencido que si Cristina no puede ser re-relecta, la candidatura y la presidencia le van a quedar casi como herencia natural. Imagina al peronismo entrando en el juego del poder del que está siendo sistemáticamente expulsado . Y al cristinismo haciendo las mil y unas para impedir que esto suceda”. De esta manera, el columnista vuelve a presentar como contradictorias las identidades políticas peronismo y “cristinismo”, la cual a su vez es una forma de poner en duda que el actual gobierno sea una continuidad del iniciado en 2003. También se esperanza porque “el acercamiento de Scioli con Moyano y De Narváez alienta la idea de un empuje subterráneo a listas de raíz peronista que, como ya ocurrió en 2009, pongan en aprietos a un oficialismo que ya lleva un año de caída continua en las encuestas”.
No obstante, luego Blank dice: “A Scioli le preocupan sobre todo las listas de legisladores provinciales”. Afirma que el mandatario provincial “quiere asegurarse gente fiel para transitar con las espaldas tranquilas hasta 2015” y agrega: “Su peor fantasma es una Legislatura sin control propio que lo tenga bajo amenaza de juicio político, para así mantenerlo obediente en la fila cristinista”. Reitera así un exabrupto ya planteado el 5 de agosto pasado por Joaquín Morales Solá, columnista de La Nación y compañero de trabajo de Blanck en TN; y el 14 de julio por Alfredo Leuco en Perfil.
Blanck dice que “el otro jugador fuerte de la provincia es Massa (que) deja trascender que lo ve a Scioli dudando de dar el salto y enfrentar al oficialismo”. No obstante, el columnista advierte: “los que diseñan toda su estrategia creyendo que Scioli no se va a animar, por las dudas vayan pensando en un plan B”, acorde con los deseos de Clarín.
“Irregularidades”
En línea con el sentido de sus columnistas políticos, Clarín dice: “expulsan del bloque a una sciolista por criticar a Cristina”, aunque la decisión formal aún no fue comunicada y la mayoría del bloque apoyó a la jefa de la bancada le ofreció “libertad de acción” para que abandone el bloque oficialista, según informa en extenso el portal Infocielo.
“La Justicia ordenó reponer en su cargo al intendente de Necochea”, es otro de los temas incluidos en la edición de hoy del “gran diario argentino”, quien dice: “Tellechea había quedado aislado, con apenas el respaldo de un minibloque kirchnerista y la asistencia política del vicegobernador Gabriel Mariotto”. “No suspenderán a un intendente”, afirma La Nación. Según El Día, “La Suprema Corte avaló un pedido del intendente para frenar su suspensión” Para La Tecla, como para el diario Hoy, “La Justicia ordenó restituir a Tellechea”. El portal incluye además un elemento importante ignorado por Clarín: “La mayoría consideró que el trámite seguido por la Comisión Investigadora adolecía, prima facie, de irregularidades que justifican el dictado de la medida cautelar”.
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