En la política nacional se han conformado infinidad de alianza electorales a lo largo de estos 33 años de democracia. Algunas con el rigor de la ideología, como eje central de acuerdos programáticos; otras, con la premisa de ganar el poder juntando a quienes quieren "ganarle al gobierno" de turno, a cualquier costo.
Cambiemos es una alianza conformada por cuatro partidos políticos: el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y FE, el partido del "Momo" Venegas.
Si se analiza como una alianza electoral podemos decir que ha sido exitosa, dado su triunfo electoral en 2015. Si se piensa desde el punto de vista ideológico, es una alianza que ha disputado y disputa el poder por el poder mismo. Esto queda reflejado en el perfil de cada uno de sus componentes. El PRO es un partido conformado alrededor de la figura de Macri, con un definido carácter liberal; la UCR nacido al "abrigo" de lo nacional y popular, y avenido a un "liberalismo moderado" en la lógica de no desaparecer; la CC imaginada por Carrió como la reserva moral de la política; y FE que representa el lado "peronista" del gobierno, ligado a la derecha y avasallador de cuanto derecho laboral exista y del mayor porcentaje de empleados informales del país. No existe una línea ideológica posible en el tiempo entre quienes piensan tan distinto.
En ese sentido, se empieza a visibilizar la degradación del "conglomerado electoral". Las declaraciones de Elisa Carrió en la mesa de Mirtha sonaron fuerte en la Rosada; no solo apuntó a Vidal por su frustrada candidatura provincial, sino que además, envió un mensaje al Presidente para que detuviera a Lorenzetti con la denuncia en su contra por enriquecimiento ilícito.
Por otro lado, en la provincia de Chaco, un radical "pesado", Angel Rozas, rompió un acuerdo con el PRO conformando una lista de diputados para las próximas elecciones con supremacía radical, rechazando incluso una llamada telefónica del propio Macri. El PRO chaqueño estalló y presentó una denuncia ante la justicia para que el Radicalismo no pueda usar el nombre Cambiemos en las PASO venideras.
Según trascendió, el texto se redactó en las oficinas del apoderado del PRO, Clodomiro Risau, y del jefe del bloque macrista de legisladores porteños, Francisco Quintana, cercano al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
“Venimos a manifestar nuestra intención de no integrar la alianza Cambiemos, en tanto no se han cumplido los principios políticos que dieran justificación a su constitución”, dice el texto.
La denuncia pide además que se deniegue a la UCR continuar con el uso del nombre ‘Cambiemos’, debido al “incumplimiento de los acuerdos políticos, nos vimos en obligación de denunciar la alianza y retirarnos de la misma”.
“Eso hace que el nombre elegido no pueda seguir siendo usado por sólo una de las cuatro fuerzas políticas integrantes (PRO, CC, UCR y FE). El nombre puede inducir a la confusión al electorado”, dice el texto de la denuncia.
Cabe destacar además, que la decisión de Carrió de competir en Capital obedece a la determinación del macrismo de que la provincia de Buenos Aires sea exclusivamente PRO. Veremos que actitud adopta el Radicalismo bonaerense ante esta postura del partido gobernante apoyado en la figura de su Gobernadora Vidal, hoy por hoy su figura más influyente electoralmente hablando.
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