El país que descubrió en 1945, el por
entonces coronel Juan Perón, era regido por gobernantes provenientes de las
clases privilegiadas triunfantes en Pavón, batalla que definió una organización
centralista, clasista y porteña, por sobre el resto de las provincias argentinas.
La posterior organización de la nación aparentemente federal, sólo lo fue en
las formas, y significó el triunfo legal de una línea de pensamiento extranjerizante,
apátrida y centralista, basada en el poder que daba sobre las demás provincias,
el puerto oceánico de Buenos Aires.
Es a partir de allí que se consolida la
famosa “grieta” de la que tanto culpan al peronismo por éstos días, y que se
había iniciado mucho antes, con la difamación y condena pública de nuestros héroes
San Martín, Belgrano, Moreno, y los caudillos federales.
Lo cierto es que Perón encuentra y distingue
un pueblo inmerso en la pobreza, sin derechos, esclavo laboral de los
terratenientes, y despojado de toda esperanza y futuro; y una Patria a merced
de los poderes extranjeros que concentraban la riqueza y se llevaban las
ganancias de un modelo agroexportador de producción primaria.
A esto debemos agregar, el método clásico de
endeudamiento externo iniciado por Rivadavia, quién fue quien pidió el primer
crédito impagable a bancos extranjeros.
No vamos a detallar la obra de Perón y Evita
desde 1945 hasta el golpe apátrida del 55. Todos conocemos la extraordinaria
labor que significó asignar derechos laborales, sociales, y de dignidad a los
trabajadores, y la clarísima propuesta de industrialización nacional y de
generación de soberanía política, con la devolución al pueblo argentino de las
empresas generadoras de servicios públicos hasta entonces en manos de capitales
trasnacionales.
Las posteriores dictaduras y algunos gobiernos "democráticos", se encargaron de
volver a aquel país añorado por mil familias gorilas y colonizantes que, hasta
hoy día, existen en Argentina. Sólo el breve tercer período presidencial de
Perón reintentó retomar la senda de la libertad económica y la justicia social,
pero no alcanzó para consolidar la felicidad del Pueblo. Y volvieron ellos con
más odio que nunca, para hacer desaparecer todo vestigio de Peronismo.
No lo lograron, y la expresión más clara del
movimiento nacional y popular más grande de latinoamérica, volvió en 2003 con
Néstor Kirchner y Cristina Kirchner por doce años, que podríamos llamarlos los
restauradores de los derechos y la dignidad perdida.
Hoy, la Patria está reeditando momentos ya
vividos. Insertidumbre, angustia, desesperanza, miedo, etc. invaden nuevamente
las almas del Pueblo indefenso.
Es fácil entenderlo; volvió el modelo
agroexportador, la desindustrialización nacional, la destrucción del aparato
productivo, el desempleo, la precarización laboral, los despidos, la quita de
derechos, y mucho que queda por venir.
Volvieron al poder las mil familias; los
especuladores; la timba financiera; los detractores de la salud, la educación y
el trabajo; los represores de la dignidad; los eternos endeudadores.
Volvieron los Rivadavia, los Mitre, los
Sarmiento, etc. ect. Es fácil entenderlo, volvió el Ante Peronismo.
Saúl Sainz
Congresal Provincial
PJ Rauch
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