Después de dejar huérfanos a quienes lo hicieron Diputado Nacional, yéndose con "Ricardito", y traicionando a sus "compañeros peronistas" sus aspiraciones electorales no pudieron concretarse.
La derrota de Francisco De Narváez fue la sorpresa de la elección. Daniel Scioli lo superó por 40 puntos y se quedó sin el senador nacional por Buenos Aires que quedó en manos del Frente Amplio Progresista.
Con casi el 90 por ciento de las mesas escrutadas De Narváez se ubica en segundo lugar pero 40 puntos por debajo de Daniel Scioli. El ex motonauta mantiene el 55 por ciento de los votos y el empresario supera apenas los 15 puntos.
Los objetivos para estas elecciones en el armado de De Narváez eran claros: Apuntaban a alcanzar los 24 puntos y poder contar con el senador nacional por la minoría de la provincia de Buenos Aires.
Con eso y según sus propias palabras consideraban que “conseguían el piso para ser una fuerza opositora en crecimiento”.
Sin embargo, ningunos de esos objetivos pudieron cumplirse: Lejos de alcanzar los 24 puntos, De Narváez no logra superar los 16 puntos y Scioli se aleja con una diferencia de 40 puntos.
Para peor, tampoco pudo llegar a otro de sus objetivos: Que “Pepe” Scioli logre el tercer escaño en el Senado por la provincia de Buenos Aires. Ese lugar quedó para Jaime Linares, del Frente Amplio Progresista.
Por aquí, en Rauch, la historia no fue diferente; hace dos años pensaban como construir el "tercer movimiento histórico"; hoy están como el "colorado", volviendo a casa.
El destino de los emprendimientos personalistas está marcado; solo lo colectivo y popular es capaz de sobreponerse al tiempo.
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