Los detractores del gobierno nacional y popular de Cristina Fernandez de Kirchner, fundamentalmente el multimedio y sus asociados, eligieron en todos estos años objetivos definidos para su permanente tarea de limar al poder central.En esa intención, un blanco preferido ha sido el Compañero Guillermo Moreno, quien ha tenido la enorme responsabilidad de luchar contra los formadores de precios, que no superan la docena y cubren un alto porcentaje de los rubros básicos de la canasta familiar de todos los argentinos, y que han pretendido continuar con prácticas comerciales añejas en nuestro país.
Las multinacionales suelen ponerse de acuerdo para determinar cuanto le cuesta a un ciudadano llevar el pan a su casa; o dar golpes inflacionarios que ponen en vilo la salud de cualquier gobierno que no ceda a sus pretenciones lobistas.
Siempre ha usado factores de poder para su conveniencia; hace pocos días, en ocasión de la reunión que la Presidenta mantuvo con industriales en la UIA o también en su presencia en la sede de una de las entidades del campo, el pedido fue unánime: apartar al "impresentable" de Moreno.
La sorpresa que se llevaron en ambos casos fue la tajante defensa de Cristina a su funcionario y compañero que "ha cumplido de manera impecable las instrucciones dadas por ésta Presidenta."
A ésta actitud, propia de quien tiene claro cual es el rumbo y quienes construyen diariamente para el proyecto, podemos sumarle otro dato: el Compañero Guillermo Moreno ha sido uno de los primeros funcionarios en ser convocados a Olivos, horas despues del categórico triunfo del domingo 23 de Octubre, para comunicarle que se queda en el gobierno, seguramente con otra misión, y con la total confianza de quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos del país.
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