En Rauch, también suena el “Clarínete”
En comunidades como la nuestra, en
las que comúnmente se dice que “nos conocemos todos”, uno se resiste a pensar
que existan operaciones mediáticas a partir de hechos poco felices, pero que de
ninguna manera son nuevos, ni se pueden atribuir a una sola persona o dirigente
político.
No hace mucho tiempo, miembros del
Sindicato de Empleados Municipales llegaron hasta las oficinas del Intendente
Interino, y le hicieron saber sobre supuestos abusos de poder, maltrato y
presiones sobre empleados municipales, a lo que, desde el ejecutivo, se
desestimó y los reclamos no tuvieron demasiado espacio en la prensa local,
salvo algún interesado opositor que batió el parche.
Pero en los últimos días se desató
la furia periodística “informando” sobre un hecho que habría ocurrido en el
hospital municipal, y que habría tenido como protagonista al director del
establecimiento y a dos empleadas de su administración.
Un miembro del sindicato aclaró que
no se había recibido en la entidad gremial ninguna denuncia al respecto, pero
un altísimo funcionario de gobierno dijo a una emisora radial que el
desgraciado episodio había ocurrido, aunque admitió que en el entredicho “ el
director tenía la razón”.
A partir de allí, fue inusual el
tratamiento dado al tema por algunos medios en los que se evidencia una clara
intención de denostar la persona y la gestión del Dr. Barili al frente de la
Dirección de Salud Municipal. Diariamente se retomó el tema, abonado por
dirigentes que brindaron letra al periodismo, además de los constantes pedidos
de informes de la oposición, que desde hace un mes quieren saber por qué no se
terminan las obras del Hospital, algo que ellos nunca habrían podido hacer,
porque jamás empezaron.
Está claro, por estas horas, que hay
muchos interesados en que Barili abandone la gestión; saben que ha sido el
principal punto de referencia electoral para las elecciones pasadas, y que lo
será en las próximas, lo que sin duda potencia una eventual candidatura de
Barili para el 2015, aunque le hayan “arrancado” para la prensa un compromiso
de no tener aspiraciones electorales.
Pero hay un dato insoslayable y que,
el Radicalismo sabe de primera mano; una encuesta realizada no hace mucho
tiempo, marcó a Barili como el dirigente oficialista con mayor intención de
voto, luego del Intendente Ugarte, y muy por encima del resto; ese dato explica
por sí solo muchas de las cosas que están ocurriendo.
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