El candidato a Presidente Hermes Binner instó a fijar por "tres años" un "acuerdo salarial" y "precios" para "comenzar a doblegar este proceso inflacionario".
En ese sentido, afirmó que "con tres años de un acuerdo salarial y por supuesto de precios, podemos comenzar a doblegar este proceso inflacionario para llevarlo a un dígito como lo tienen los países vecinos a Argentina".
Debemos recordarle a Binner que los acuerdos salariales han sido una constante de éste gobierno al restaurar para los trabajadores las paritarias, por muchísimo tiempo no permitidas por el liberalismo que nos invadió en los 90, y por algunos años más. Esto ha permitido que las representaciones gremiales tengan la posibilidad de discutir pautas salariales con los empresarios de cada sector productivo del país.
Su particular visión, ata al salario a una variable que no manejan los trabajadores; por el contrario, lo deja a la voluntad de los formadores de precios que usan a la inflación como la forma de licuar los aumentos salariales acordados.
Nuestra posición política nada tiene que ver con esto; tiene que ver con un ciclo que indica que a mejor salario hay mayor consumo; a mayor consumo necesitamos mayor producción; para tener mayor producción necesitamos más inversión; a mayor inversión más empleo, por ende, los salarios suben solos.
Ajustar el salario a la inflación significa recuperar lo perdido. De esa forma los trabajadores nunca tendrán progreso, sólo vivirán por siempre el día a día.
Como se observa, los llamados "progresistas" son más de lo mismo; por suerte, el 23 de octubre, el pueblo se dió cuenta.
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