
El ideal no se personaliza; el ideal obedece a una doctrina que, hecha carne en el Pueblo, lo hace pensar y obrar de la misma manera.
Dice Perón en su Doctrina Peronista: "Para ser peronista no es suficiente haber intervenido en nuestro movimiento; no es suficiente haber sido elegido para una función dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan los demás. Es necesario e imprescindible que cuanto se dice acá se sienta profundamente. Sin una manera similar de interpretar y sin una manera similar de sentir, cuanto está aquí dicho es inútil, asi grite "Viva Perón" y se llame a sí mismo "peronista"."
"Eso es lo fundamental de nuestro movimiento y de la organización del mismo. Quien piensa y quien siente lo que así se dice, está unido al otro que piensa y siente lo mismo; pero quien piensa distinto, aún cuando se ponga un rótulo en el pecho, no es peronista".

En el Peronismo, la soberbia de los votos no nos hace perder respeto hacia nuestros compañeros; desde la humildad del triunfo es de donde se construye el movimiento nacional y popular que desearon Perón, Evita, Néstor, y tantos otros, y que día a día construye nuestra compañera Cristina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario